miércoles, 6 de agosto de 2008

La aventura de ser maestro

Estudie la carrera de Ingeniería Industrial en Producción en el Instituto Tecnológico de Parral, aun que en me pasó por la cabeza la idea de estudiar Ingeniero Civil, pues siempre me agradaron las carreras relacionadas con la Física y las matemáticas; mientras la estudiaba nunca me imaginé ejerciéndola, siempre soñé con impartir clases de materias acordes a mi profesión, ocasionalmente daba asesorias de matemáticas a estudiantes de secundaria y bachillerato, actividad que disfrutaba mucho. Esta inquietud fue creciendo conforme me acercaba al final de mis estudios de ingeniería; cuando cursaba el octavo semestre, los estudiantes de mi grupo hicimos un viaje de estudios a ciudad Juárez Chihuahua para visitar algunas plantas maquiladoras, ya que como ingenieros industriales es la principal fuente de empleo, por alguna razón me sentí fuera de lugar, no lograba entender la relación entre la teoría estudiada en clases y la realidad laboral que ahí existía, eso definió mi vocación docente, así que al egresar busqué incorporarme al a docencia y fue así como entré a trabajar al C.B.T.I.S 138, como maestra de matemáticas, es importante comentar que ha la fecha no me he dedicado a la ingeniería, salvo el período en el que realicé las prácticas profesionales, toda mi experiencia laboral se centra en la docencia, esta no ha sido una tarea fácil pues pronto me di cuenta que las matemáticas no son del agrado de la mayoría de los estudiantes, no les encuentran sentido, han tenido experiencias negativas con ellas en otros niveles, no les ven aplicabilidad y que muchos de los estudiantes me veían como a la mala de la película, ha representado un gran desafío para mi tratar de cambiar la manera en la que los jóvenes las perciben . Ser maestro y hoy facilitador implica una gran responsabilidad por que de alguna manera el futuro profesional y/o laboral de nuestros estudiantes depende la capacidad que nosotros tengamos para generar aprendizajes significativos, desarrollar habilidades y capacidades en ellos, vinculando adecuadamente los contenidos teóricos de las asignaturas con la vida cotidiana y laboral, dado el nivel medio superior en el que trabajamos así lo exige ya que los estudiantes al egresar tienen la opción de ingresar al medio laboral como técnicos o seguir estudiando una licenciatura. Al inicio mi trabajo lo realicé repitiendo algunos patrones de maestros que fueron significativos para mi, de manera empírica e intuitiva busqué estrategias que me ayudaran a captar el interés de los estudiantes me angustiaba mucho el no realizar bien mi trabajo pues carecía totalmente de conocimientos pedagógicos, me invadía el temor a que los estudiantes cuestionaran mi desempeño y lo calificaran como malo, compartir esto con algunos compañeros experimentados me ayudó sin embargo no era suficiente para lograr lo que pretendía. después tome algunos cursos que me ayudaron para mejorar un poco la calidad de mis clases, a conocer mejor a mis alumnos , entenderlos y comprenderlos, verlos como seres humanos que son con diferentes capacidades, habilidades y formas de aprender, no como robots a los que hay que programar, de esta forma construí mi identidad profesional , como lo dice Esteve tuve que modificar mi mentalidad, situarme en el lugar de los estudiantes y desde ahí observar cuales son sus necesidades, a partir del año 2004 cuando empezaron los trabajos de la reforma he tenido la oportunidad de acercarme más a los sustentos teóricos de la didáctica y la pedagogía a través de los cursos que nos han hecho llegar, lo cual ha sido sumamente enriquecedor sobretodo por el enfoque constructivista que se le ha dado a la educación, considerando aspectos tan importantes como la evaluación de los contenidos, la función del docente como medidor y no como poseedor del conocimiento, el diseño de estrategias centradas en el aprendizaje etc., pero siento que me falta muchísimo por aprender.
Trabajar en educación media superior es una experiencia realmente gratificante, llena de retos, de aciertos y desilusiones, para recorrer con los jóvenes esta etapa he tenido que aprender a ser maestra a dejar atrás actitudes negativas que lejos de acercarme a los estudiantes ampliaban la distancia entre ellos y yo, me impedían lograr los propósitos de esta profesión. Actualmente se requiere estar bien preparados para brindarles el apoyo requerido tanto para que obtengan beneficios académicos, como para entender y resolver problemáticas propias de su edad. Lograr que los estudiantes encuentren el sentido de la materia y comprendan la relevancia que tiene dentro de su formación, es para mi una gran satisfacción, pero mi mayor satisfacción es ver a los estudiantes realizados como profesionistas, participando en la sociedad como buenos ciudadanos honestos, responsables y comprometidos en la búsqueda de un mejor futuro para ellos y su familia.
Reconozco que he vivido algunas desventuras pues las estrategias no siempre funcionan, me siento insatisfecha cuando no logro que los estudiantes se interesen en el tema, cuando la relación maestro-alumno no se presenta de forma favorable pese a que he hecho todo lo posible por acercarme a ellos, cuando los esfuerzos no han sido suficientes para que el aprendizaje se de y la evaluación refleje que el propósito no se cumplió, pero esto marca la pauta para seguir preparándome y cumplir debidamente con el compromiso que tengo con el trabajo docente diario dentro y fuera del aula.


Leer a Esteve me permitió ver claramente los diferentes momentos por los que ha transcurrido mi vida docente, he recordado el sinnúmero de ocasiones en las que el desconocimiento y la falta de preparación pedagógica me genero conflictos, ¿ por qué no lograba captar el interés de los estudiantes?, el como tendría que responder a la pregunta que los estudiantes hacen ¿ esto para qué me va servir maestra?, que estrategias o dinámicas de motivación podría emplear para sacarlos del aburrimiento. Todo esto me ha llevado a la interminable búsqueda del conocimiento que me permita entender y comprender a los jóvenes para colocarme en su lugar, pensar y sentir como ellos para hacerlos pensar y sentir tal como lo menciona Unamuno; y viéndola desde este enfoque, la enseñanza es todo un arte, porque en nuestro quehacer diario como docentes no nos limitamos al manejo de los contenidos programáticos, al interior de un aula con nuestros alumnos compartimos emociones, pensamientos y valoramos.
Siento que ha pesar de todo esto he salido adelante y me siento plenamente satisfecha con lo que hago pues amo profundamente mi trabajo.

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